El punto de partida de esta serie es un proceso de improvisación con mis parientes y vecinos en Dowair, sur de Líbano. Con la intención de cuestionar nociones asociadas al hecho de posar frente a una cámara, interrogo la representación habitual que se hace en fotografías documental sobre Oriente Medio y que normalmente funciona más como un ruego por simpatía que una declaración de condiciones. El resultado adquieres un aura mítica que se debate entre lo cómico y lo religioso.